Desde la frontera hasta la línea del frente, la historia norteamericana es en muchas formas la historia de lograr mayor poder con armas. La Magnum .357 mantiene un lugar único en la historia y cultura Americanas. Nacida por necesidad, la Magnum .357 dió a la autoridad una ventaja sobre los gángsters de la era de la Prohibición. Fue creada por genios innovadores cuyos nombres se convirtieron en sinónimo del arte de las armas. Su creación llevó la delantera en los cañones de 15 a 20 cm (6 y 8 pulgs.) de largo que eventualmente atraen la atención en las pantallas de plata. Aunque un poco eclipsada, la .357 continúa siendo una opción popular para varias aplicaciones.
Identificación
La Magnum .357 es un revólver de cartuchos primeramente presentada por Smith & Weeson en 1935. Consiste en un armazón de caja de 3.3 cm (1.29 pulgs.) de longitud y una bala con diámetro menor de 1 cm (.357 pulg). La .357 fue la primera munición "magnum", término que se refiere al tamaño del cañón relativamente largo necesario para contener la necesaria polvora negra. La bala es extremadamente versátil y se utiliza en juegos de caza media, tiro al blanco y autodefensa. Aunque ha sido opacada por municiones eficientes y de mayor poder, como la Magnum .44 y la de 9 mm, sigue siendo reconocida como un arma de alto poder y confiabilidad.
Historia
El cartucho .357 fue desarrollado a principio de 1930 por Elmer Keith y Philip B. Sharpe. En la primera posguerra, los gángsters y contrabandistas aumentaron el uso de puertas de autos y chalecos antibalas para protegerse, ya que éstos podían detener disparos de armas convencionales. La primera munición perforadora con punta de la época fue la Colt .38 super automática. La .357 fue hecha extendiéndo el cañón un 0.3 cm (1/8 de pulg.), cuya bala tenía un diámetro de casi 1 cm (.357 pulgs.) y se aumentó la masa de la bala fuera del cartucho, dejando más espacio para la pólvora. Presentada por primera vez en 1935, la Smith & Wesson .357 Magnum fue el arma más poderosa de cartucho de su época y rápidamente se convirtió en la munición predominante usada por la fuerza de la ley.
Golpe hidrostático
La Magnum .357 fue uno de los primeros cartuchos asociados con el fenómeno (algunos le llaman teoría) del choque hidrostático. Este término se refiere a la explicación del daño remoto causado por disparos de alto poder. Como el cuerpo está compuesto fluídos en el tejido, la penetración repentina de una bala manda un ola de choque omnidireccional hacia el fluído medio del tejido circundante. El resultado es un efecto de incapacidad, como daño neuronal, que es sentido inmediatamente más que la eventual pérdida de sangre, resultado de la herida. Este fenómeno de choque hidrostático fue, al menos por un tiempo, comúnmente acreditado por los disparos de alto poder como la Magnum .357.
Adaptación
Ya que se basó en las balas de la antigua .38 Especial, los primeros prototipos de la Magnum .357 podían entrar en la cámara de pistolas diseñadas para la .38 Especial. Esto pudo haber sido desastroso, ya que las balas de la Magnum 357 producían una mucho mayor presión. La extensión del cañón por 0.3 cm (1/8 de pulg.), hizo imposible mantener la bala en un arma de fuego no diseñada por tan alta presión, lo que provocó la creación de armas más poderosas para almacenar las .357. El cañón más largo hizo que la .357 se ajustara a armas de más largos cañones, como rifles, que solo incrementaron su popularidad por contar con disparos de doble funcionamiento. Adicionalmente, revolveres de calibre .357 son capaces de disparar a presiones más bajas, balas de .38 Especial que producen menor fogonazo y retroceso.
Mayores balas y armas más pequeñas
Aunque el predominio del cartucho de la Magnum .357 tuvo una vida corta, sigue siendo un cartucho popular para personas que pasan más tiempo al aire libre y para agentes de seguridad, y es común como apoyo para la fuerza de la ley. La Magnum .44 de Remington (también creada por Keith), calibre que hizo famoso Clint Eastwood como el "Sucio Harry", apareció en 1950 con alto poder superior a la .357. Pero ambas municiones fueron opacadas por la transición a armas más pequeñas con recámaras de 9 mm, con menor poder humeante. La pólvora menos eficiente en una .357 y .44 requería cartuchos más largos y armas de fuego, pero los disparos de 9 mm pueden producir mayor velocidad con un cartucho más pequeño, de un arma más pequeña, evitando la necesidad de la autoridad de portar revolveres Magnum más bultosos.
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